A Martín los retos lo alimentan

Todo comenzó una tarde, Martín tenía diez años y practicaba fútbol, jugaba como portero y al intentar atajar un balón se golpeo el brazo. En el momento todo parecía normal, nada más que un golpe... la emoción y alegría del partido hicieron que se olvidará del tema. Sin embargo al día siguiente su brazo dolía y se sentía pesado.

Al día siguiente lo llevaron al quiropráctico, quien les comunicó que la molestia en el brazo era más que un simple golpe. Después de hacerle los estudios necesarios se dieron cuenta que se trataba de un sarcoma...